"Hay fases de éxito en que las cosas vienen a ti y se desarrollan, y fases de fracaso en que las cosas se marchitan, se desintegran y tienes que dejarlas ir para que puedan surgir otras nuevas, o para que se produzca la transformación.
Sí, llegado a ese punto, te apegas y te resistes, te estás negando a seguir el flujo de la vida, y esto te hará sufrir. La disolución es necesaria para que se produzca un nuevo crecimiento. Ambos aspectos no pueden existir separadamente.
La fase descendente del ciclo es absolutamente esencial para la realización espiritual. Debes de haber fracasado rotundamente a algún nivel, o haber experimentado una pérdida sería o un dolor, para sentirte atraído por la dimensión espiritual.
El fracaso reside oculto en cada éxito, y el éxito en cada fracaso. En este mundo, es decir, en el nivel de las formas, todos "fracasamos" antes o después. Todas las formas son impermanentes.
Hay ciclos largos y ciclos breves dentro de los ciclos largos. Muchas enfermedades se generan por luchar contra las fases de baja energía, que son vitales para la regeneración.
NO OFRECER RESISTENCIA A LA VIDA: es estar en un estado de gracia, tranquilidad y ligereza, un estado que no depende de que las cosas sean de cierta manera, buenas o malas.
Los ciclos irán y vendrán, pero cuando desaparece la dependencia, desaparece también el miedo a la pérdida. La vida fluye con tranquilidad.
La felicidad derivada de una fuente secundaria nunca es muy profunda. Sólo es un pálido reflejo de la alegría de Ser, de la vibrante paz que encuentras en tu interior cuando entras en el estado de no-resistencia. El Ser te lleva más allá de los opuestos polares de la mente y te libera de la dependencia de la forma. Aunque todo se colapsara y se derrumbara a tu alrededor, en lo profundo de tu núcleo interno seguirías sintiéndote en paz.
Fragmentos de: "PRACTICANDO EL PODER DEL AHORA"
Eckhart Tolle
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