jueves, 12 de julio de 2012

AUTORREALIZACIÓN O PLENITUD HUMANA



A través del estudio comparativo que han realizado entre otros grandes pensadores, Jung, Mircea Eliade, constatamos que existieron técnicas para iniciarse en la sabiduría, en todos los antiguos pueblos, y métodos de transmisión de la misma, que con el girar de los tiempos, hemos perdido u olvidado, por el cambio de intereses y perspectivas en el hombre.

Pensadores de avanzada de hoy, a través de una investigación seria y profunda, vuelven arribar a las mismas costas de lo esencial. Una y otra vez, hay que recordar el mensaje, pues el oleaje interior y exterior de la lucha por la supervivencia, nos alejan de la soñada Itaca. Fue Jung quien afirmaba, que hacen falta que transcurran al menos 50 años, para que la mayoría asimile una nueva idea.

Cercano a nosotros, Jung nos hablaba del proceso de individuación, que requería una alquimia interior, exactamente lo mismo que 2.500 años aproximadamente exponía Platón, cuando nos hablaba del individuo como el hombre que ha logrado armonizar sus partes componentes en una unidad. Siempre interesó e interesará al hombre, encontrar el medio de alcanzar su autorrealización plena, como si fuera, el sentido y por qué de su existencia. Veamos, lo que nos dice al respecto un gran psicólogo y pensador de nuestro tiempo.

Pirámide de necesidades

A.H. Maslow, creador de la psicología humanista o “tercera fuerza”, eminente psicólogo de este siglo, nos expone las características por las cuales podemos reconocer a las personas autorrealizadas, o dicho de otro modo, qué es todo aquello que debemos conseguir para alcanzar la propia autorrealización.

Parte de la idea de que el ser humano tiene una serie de “necesidades” básicas y metanecesidades (Pirámide de Maslow) que motivan sus comportamientos, y por tanto, según las que prevalezcan en su vida será la conducta, valores y la realización plena o no de la persona.

Estas van desde el alimento, seguridad, afecto, respeto, autoestima, hasta la autorrealización (metanecesidad). Nos explica que hay personas que al cubrir sólo las inferiores de supervivencia y afecto no se realizan plenamente, y de ahí derivan todo tipo de problemas que resume en la palabra “enfermedad”. Puesto que, como muy bien nos explica, la Salud es pleno desarrollo personal, y la enfermedad desequilibrio o déficit en el mismo.

Deja bien claro que no sólo necesitamos vitaminas, minerales, yodo, etc. para nuestra salud, sino que otros aspectos del hombre necesitan sus “vitaminas” o valores, para su salud y desarrollo pleno. Como ser la vivencia y práctica de valores éticos, que actualicen y desarrollen nuestra naturaleza interior, cultivándola. Eso sí, considera que “se requiere disciplina para revelar o actualizar nuestras naturaleza interior. En todo este proceso, como dirían igualmente los alquimistas, no descarta para nada, circunstancias difíciles, frustraciones, privaciones, dolor, que harán aflorar fuerzas dormidas, o sencillamente seguridad y fuerza interior, si las resolvemos y enfrentamos con valor. “Quien no ha resistido o superado la adversidad, sigue dudando de su propia capacidad de hacerlo".

Además de una buena alimentación para el físico, una vida afectiva sana para nuestra psique, necesitamos darle medios de expresión a nuestra naturaleza superior, para que actúe como principio rector de nuestra vida. Y así,  desarrollarnos saludable, provechosa y felizmente. Si se niega o intenta abolir este núcleo esencial, la persona “enfermará”. Entendiendo que para el autor, la enfermedad no sólo es física, sino psicológica, mental, del alma.  Maslow, afirma que la carencia de valores humanos como guías y motivadores de la conducta, dan como resultados “enfermedades” o “metapatologías”, que son “disminuciones de lo humano”. Ejemplo de algunas de ellas serían: pérdida del entusiasmo por la vida, aridez, alineación, ineficacia, sensación de ser inútil, desesperación, dudas fundamentales, angustia, cinismo, futilidad, destructividad, materialismo, apatía, depresión, desacralización de la vida, falta de valores, etc.


Autorrealización
Podemos reconocer a las personas autorrealizadas, por cualidades como las siguientes son: altruistas, autotrascendentes, solidarias, responsables, sociales. Tienen una percepción superior de la realidad, espontaneidad, creatividad, no dependen de la opinión ajena. “Le determinan las leyes de su propia naturaleza interior”. Son personas “maduras”. Al contrario las personas que no salen del círculo de sus necesidades básicas, estarían en un estado patológico a nivel humano que describe como “niñez”.

Las personas “sanas, maduras”, se sienten motivadas principalmente por tendencias hacia la autorrealización de sus capacidades, potencialidades, talentos, misión, vocación, destino, conocimiento de sí mismo, tendencia a la unidad, solidaridad, integración, defensa de los valores supremos. La necesidad y el deseo prosiguen pero en un nivel “más alto”.

Como resultado de ser una persona autorrealizada o paralizada surgen de ahí diferentes clases de placer y amor, nos explica sus manifestaciones:

1)      El placer de la escasez: una vez que se sacia esta necesidad, se produce un “alivio” de la tensión, este placer es poco estable y duradero. Surge de la escasez o necesidad satisfecha.

2)      El placer superior de la producción, creación y profundización. Cuando se realiza, genera éxtasis, serenidad. Este surge de la plenitud o el deseo de dar.

En el amor tendríamos:

1)      El Amor del Ser: es un amor altruista, donde lo importante es Dar, no es posesivo, es admirativo, agradecido, nos hace Crecer. Se puede comparar a la experiencia estética o mística. Tiene efectos profundos y amplios en la persona, resulta una experiencia elevada y rica.

2)      El amor deficitario; es un amor egoísta, que surge de la carencia, de la necesidad de recibir, puede ser “satisfecho”, pero produce ansiedad y hostilidad, como consecuencia de nuestra dependencia.

El primero es más independiente, menos celoso y temeroso, más desinteresado, generoso. Se esfuerza en ayudar al otro en su autorrealización.


Metanecesidades o valores supremos

Cuando la persona está impulsada sólo por las urgencias de las necesidades básicas, se siente en desequilibrio, es dependiente del medio, de otros, a quienes necesita para cubrir sus carencias, de ahí surgen los miedos, angustias, ambiciones, luchas, etc.

Si está impulsada primordialmente por las metanecesidades o “valores supremos”, el hombre se ve impulsado a superarse, a crecer, resistir la adversidad, a luchar por causas elevadas y justas, por la defensa de lo bueno y lo bello. “Es como si los valores supremos, tuvieran una especie de unidad y cada valor particular fuera como una faceta de ese todo”. Las personas autorrealizadoras están esencialmente metamotivadas, las impulsan “valores supremos” o “metanecesidades”. Y los defenderán de cualquier ataque, porque se han llegado a identificar con ellos y conocen sus beneficios a todo nivel.

Cuanto más próxima se encuentra la persona a la autorrealización o la plena humanidad, más probable es descubrir que su trabajo está metamotivado y no únicamente motivado por las necesidades básicas de supervivencia. Para las personas más evolucionadas, buscar la justicia, la verdad, la bondad, la belleza, es más importante que buscar la seguridad económica, la admiración, la posición social, el prestigio, dominio, etc. Para ellas, los mayores placeres y satisfacciones se dan en satisfacciones transpersonales, más allá del egoísmo, como por ejemplo, ver que se cumple la justicia, realizar un trabajo eficazmente, hacer progresar la verdad, compensar la virtud, castigar el mal, hacer el bien. Tienen el sentido de “nobleza obliga”. Disfrutan contemplando y propiciando la felicidad. Son generosos. El misterio les resulta atractivo. Disfrutan ayudando a la autorrealización de otros. Les causa gran placer conocer personas honestas, valerosas, admirables, eficaces, rectas.

Expone el autor de "La personalidad creadora”, que en el ser humano hay dos sistemas de fuerzas; uno que se aferra a la seguridad, tiende a defenderse por miedo y retrocede al pasado. Asustado de correr riesgos, temeroso de perder lo que posee, le asusta la independencia, la libertad y la separación de lo colectivo.

El otro sistema de fuerzas empuja hacia la totalidad y la unicidad del yo con Todo. Hacia el funcionamiento pleno de todas las capacidades.

Decía Maslow; "el conocimiento hace a la persona más sabia, rica, fuerte, evolucionada, madura". Eso sí, todo lo que aumenta el temor, reduce nuestro impulso a conocer. Y todo lo que permite la valentía libera nuestra necesidad de conocer.

La práctica del conocimiento es la que nos va permitiendo, encontrar la verdadera libertad de miedos, ignorancia, dependencias, desequilibrios. Es necesario ejercitar el valor de conocer, ampliar nuestras perspectivas e intereses, cultivar otros aspectos de nuestro ser y necesidades, para desarrollarnos plenamente como seres humanos. Como siempre la solución a nuestros problemas, comienza por una educación integral, que posibilite al ser humano su autorrealización plena.


Mª Dolores Villegas
Gijon 20/5/2000
Registro Propiedad intelectual nº M-004287/2008
fragmento de LA BÚSQUEDA DEL FÉNIX
(En preparación)

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