miércoles, 19 de noviembre de 2014

EL RECTO PODER


"En la nave espacial Tierra no hay pasajeros. 
Todos somos tripulación 
Marshall Mcluhan


Más pronto o más tarde, si la sociedad humana tiene que evolucionar -o dicho con mayor precisión, si tiene que sobrevivir -necesitamos ponernos a la altura de nuestros nuevos conocimientos. Durante demasiado tiempo las Dos Culturas -las humanidades impregnadas de estética y sentimiento y la ciencia fría y analítica- han funcionado independientemente una de la otra, como los hemisferios derecho e izquierdo de un paciente con el cerebro dividido. Hemos sido víctimas de nuestra conciencia colectiva dividida.


Decía Tocqueville que "en un mundo nuevo es indispensable una nueva ciencia política". 

No cabe hacer una política nueva sin contar con un mundo nuevo, con una nueva perspectiva acerca de la realidad. Un cambio de mente, lo llamaba Huxley. Para Roszak, el mismo sentido de la realidad necesitaba ser transformado. Se le han dado diversos nombres: una metafísica nueva, "política de la conciencia", "política de la nueva era", "política de transformación".


Poder -que deriva del latín potere- significa energía. Sin poder, no hay movimiento. Así como la transformación personal reviste de poder al individuo al poner de manifiesto su propia autoridad interna, la transformación social es el resultado de una reacción en cadena de cambios personales operados en los individuos.

Ateniéndose al espíritu del Sendero Óctuple de Buda, podríamos pensar en términos de Recto Poder; el poder usado no como ariete o para la glorificación del propio ego, sino al servicio de la vida. El poder adecuado.

El individuo y la sociedad son inseparables. Al final, todo aquel que se interese por la transformación del individuo debe comprometerse en una acción social. Si crecemos juntos, el sistema tendrá que cambiar.

La persona y la sociedad están indisolublemente unidas, como el cuerpo y la mente.

Nuestras instituciones son mecanicistas, rígidas, fragmentadas. El mundo no funciona.

El remedio: necesitamos enfrentarnos al conflicto y al dolor. Mientra sigamos negando los propios fallos y sigamos camuflando nuestro malestar, mientras no confesemos nuestra desorientación y nuestra alineación, no podremos dar los pasos adelante necesarios.

El sistema político está necesitado de transformación, no de reformas. 



fragmentos de MARILYN FERGUSON
La Conspiración de Acuario

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