"Ser filósofo no es una profesión en el sentido común de la palabra; es un atributo que la naturaleza nos ha dado y que nos diferencia de los demás seres vivos; es una búsqueda interna y externa. Es una actitud militante del alma que trata de captar las esencias de las cosas, que no se conforma con la parte material; que quiere ir más allá de lo que comprende tratando de intuir o de captar los motores ultérrimos que mueven la vida y nuestra propia acción.
Un Filósofo debe, como amante de la Sabiduría que es, no dejarse arrastrar por las corrientes de opinión, tan variables de siglo en siglo, y de generación en generación, y tener el suficiente discernimiento para saber cuando y cómo canalizar su vocación de Paz, que es Amor a la Naturaleza y a los Hombres, iluminado por la Luz de Dios.
El filósofo no debe esperar inacabables Paraísos ni inextinguibles infiernos; debe esperar, simplemente, la continuación de la vida bajo una variación más energética que formal, más espiritual que material. Exagerados premios y castigos no deben perturbar al Filósofo, pues esos exagerados premios y castigos no existen, ni en la Tierra ni en ningún otro sitio. Las causas están siempre en relación lógica con los efectos en toda cosa manifestada, en el plano de conciencia que sea. Lo demás es simbolismo mal entendido, fantasía o sistemas para gobernar pueblos difíciles.
Si bien el hombre cuando nace debe aprenderlo todo, tiene en potencia experiencias previas que pronto toman cuerpo según la educación las plasma y de acuerdo a las particulares naturalezas. Y la actitud potencial más viva es la filosofía, dado que para ser filósofo no hace falta ni siquiera saber leer y escribir.
Todo hombre es un filósofo en cuanto ama los principios primeros y los fines ultérrimos. Pero la inmensa mayoría no es consciente de ello y vive sujeta al ritmo de las horas y los días, y maduran como las hojas de los árboles. Son efímeros porque jamás llegan a imaginarse a sí mismos de otra manera.
La técnica nos ha llevado a la Luna. Toca ahora a la Filosofía llevarnos a nosotros mismos
Un verdadero filósofo no es aquel que se sabe de memoria las definiciones de Kant, Plotino, Santo Tomás de Aquino o de cualquier otro. ¡No! El verdadero filósofo no es Aristotélico ni Kantiano. El verdadero filósofo es el hombre simple; el hombre que puede interpretar la naturaleza; el hombre que, aunque se quedase sin libros, podría seguir leyendo y, aunque se quedase sin naturaleza alrededor, podría seguir soñando"
Lo que diferencia fundamentalmente al hombre de la bestia no es la organización ni la inteligencia, que muchos animales tienen en cierto grado, sino la posibilidad de la percepción metafísica"
Hay en el ancestro del hombre una herencia metafísica. El hombre es metafísico por naturaleza...
No basta con que el hombre sea poderoso; hace falta que sea mejor. No basta con que conquiste nuevos mundos; urge que se reconquiste así mismo."
Es inútil que un hombre tenga un pedazo de tierra, si antes no tiene dentro suyo un pedazo de cielo...no será un hombre completo.
Fragmentos de JORGE ANGEL LIVRAGA RIZZI
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