"Una de las cosas más útiles, para los jóvenes, es concienciar que en todos los tiempos y en todos los sitios han habido jóvenes... Es decir, que no deben verse como una creación especial, absolutamente nueva y absolutamente irrepetible.
El sólo hecho de tener pocos años físicos no da derecho ni otorga posibilidades de cambiar el mundo, sobre todo cuando ni siquiera se logra el dominio y cambio de sí mismo, y se baila según el ritmo del momento histórico que nos toca "vivir", que es lo que hace casi la totalidad de los jóvenes.
El fuerte magnetismo de minúsculos grupos de presión, con sus propagandas, es quien lo hace todo...
El fuerte magnetismo de minúsculos grupos de presión, con sus propagandas, es quien lo hace todo...
Es cierto que la llamada "Tradición" es válida y ofrece peldaños firmes... pero no todos lo son así, ni todas las cosas, simplemente por ser antiguas, han de ser existencialmente válidas, pragmáticamente útiles, aunque tal vez éticamente lo sean en un sentido "clásico" de la Vida. Es necesario una buena dosis de discernimiento, exenta de romanticismos y nostalgias más allá de la justa medida, para evocar esas cosas del pasado con su color, perfume y sabor. Las rosas muertas no abrirán otra vez sus corolas secas; son sus frescas hijas quienes portan el mismo milenario perfume, cuando se las sabe cultivar de manera de que no las interfieran modificaciones degenerantes.
Respecto a los que quieran ejercer el "Contrapoder" o la "Contracultura", han elegido un mal siglo para ello, pues el poder está desconcertado y la cultura se deshace en brazos de la técnica, de la ciencia de carril y de la política de moda. Así, en vez de ver a qué se van a oponer, sería bueno el que se decidiesen a poner su esfuerzo en alguna causa noble, humanitaria, eficaz, por humilde que sea, pero que realizable en más o menos corto plazo, cosa que haga realmente útil la vida del joven sin desangran sus años, y lo que es más importante, las alas de su alma en utópicos alzamientos radicales que ya vienen manipulados antes de comenzar a ser y que nada positivo aportan al Mundo...
Respecto al futuro, insisto en que se lo mire como una continuación del presente en una cadencia no muy diferente a la que la ley de los ciclos ha marcado en toda la historia. El desmesurado "exitismo" o "catastrofismo" premonitorio, no es más que el reflejo de deseos y temores del inconsciente colectivo o Alma Grupal de la Humanidad. Por ejemplo, hoy es evidente que nuestra civilización se precipita en un tipo de Edad Media, pero ésto no será mañana, sino que su realidad se irá plasmando paulatinamente, con algunos puntos de brutal aceleración, pero que sorprenderá a quienes la vivan mucho menos de lo que imaginamos quienes todavía estamos lejos de ella. Por lo tanto, la mejor manera de mejorar el futuro es afianzar el presente, dignificarlo, trabajar duramente por un mundo nuevo y mejor, sin "exigir" de ese mundo nuevo algo que no nos atrevamos a exigirnos a nosotros mismos.
Para que haya un Mundo Nuevo tienen que nacer los seres que puedan construirlo y mantenerlo; que lo utilicen sin explotarlo, que lo goce sin vampirizarlo, que lo maneje sin aplastar su corazón con brutalidades, pasiones, egoísmos, estupidez. El Idealista o filósofo debe dedicarse, así, a trabajar sobre sí mismo, ennobleciéndose más y más, sin perder un día, una hora en su perfeccionamiento; apoyarse en aquello válido que el Pasado y la Tradición le ofrecen sin quedarse pegado a ello; y proyectarse hacia el futuro, sin que esa proyección le haga despegarse de la realidad del aquí y del ahora hasta el extremo de ser un fantasma errático e insustancial, inútil para todos, sumergido en su esplendente pero egoísta sueño de niño, aferrado a sus juguetes nuevos, confortado con su propia sonrisa y sin plasmar cosa alguna ya que sus fantasías llenan totalmente su necesidad de concreción y de victoria.
Tenemos, por lo tanto, que promover un Ser equilibrado, en donde pasado, presente y futuro se conjuguen como una unidad funcional y conformen un módulo de trabajo capaz de ser utilizado por un Alma despierta a la Realidad fundamental, que es Dios. A partir de eso, vendrá todo lo demás; con esfuerzo y con dolor, pero vendrá. Y será Felicidad.
fragmentos de: JORGE ANGEL LIVRAGA RIZZI - 1980
Para que haya un Mundo Nuevo tienen que nacer los seres que puedan construirlo y mantenerlo; que lo utilicen sin explotarlo, que lo goce sin vampirizarlo, que lo maneje sin aplastar su corazón con brutalidades, pasiones, egoísmos, estupidez. El Idealista o filósofo debe dedicarse, así, a trabajar sobre sí mismo, ennobleciéndose más y más, sin perder un día, una hora en su perfeccionamiento; apoyarse en aquello válido que el Pasado y la Tradición le ofrecen sin quedarse pegado a ello; y proyectarse hacia el futuro, sin que esa proyección le haga despegarse de la realidad del aquí y del ahora hasta el extremo de ser un fantasma errático e insustancial, inútil para todos, sumergido en su esplendente pero egoísta sueño de niño, aferrado a sus juguetes nuevos, confortado con su propia sonrisa y sin plasmar cosa alguna ya que sus fantasías llenan totalmente su necesidad de concreción y de victoria.
Tenemos, por lo tanto, que promover un Ser equilibrado, en donde pasado, presente y futuro se conjuguen como una unidad funcional y conformen un módulo de trabajo capaz de ser utilizado por un Alma despierta a la Realidad fundamental, que es Dios. A partir de eso, vendrá todo lo demás; con esfuerzo y con dolor, pero vendrá. Y será Felicidad.
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