Estamos en una
época diferente, y deberemos empezar a luchar en una espiral superior, para
que todos puedan ganar. El ejército negativo está por todas partes, en diversas
formas. Será desastroso que uno juegue con este ejército y sea vencido por él.
Es necesario combatirlo y salir victorioso.
La victoria se podrá obtener por los
siguientes medios:
1. Meditación: La meditación consiste en pensar bajo la guía de nuestros
ideales superiores y para beneficio de todas las formas vivas. La
meditación expande la luz de nuestra alma, y nos permite tener más
control sobre nuestro cuerpo mental y nuestra palabra. Meditar ayuda a
purificar nuestro cuerpo emocional, y trasformarlo para que podamos
eliminar mejor nuestras emociones negativas. La meditación nos ayudará
también curar y transformar nuestro cuerpo físico. Cuando ocurre esto, nuestra personalidad triple (física, emocional y mental) entra en el
sendero de la transfiguración, porque cada átomo existente en esa
personalidad emite su luz, iluminando toda nuestra esfera existencial. La
meditación consiste en pensar bajo el influjo de los principios de la
Belleza, la Bondad, la Justicia, la Alegría y la Libertad.
2. Control de nuestros deseos, impulsos y tendencias. Cuando ejercemos
control sobre nuestra naturaleza, empezamos a observar cambios en
nuestra consciencia. La personalidad es nuestra cabalgadura, y ésta nos
transporta hasta nuestro destino. Sin embargo, si el que nos controla es
el caballo, nos llevará a sitios a los que nosotros, como almas, no
queremos ir.
3. Comer los alimentos apropiados, no usar drogas ilícitas jamás, no usar
tabaco, marihuana, ni alcohol, no transmitir enfermedades venéreas
jamás, no desperdiciar nuestra energía.
4. Difundir la Sabiduría Antigua, la Enseñanza. La enseñanza consiste en
los principios de las relaciones humanas correctas, la benevolencia y la
humanidad unificada.
5. Eliminar de nuestra naturaleza, el temor, la ira, el odio, los celos, la
venganza, la codicia, la vanidad, el separatismo.
6. Auto-observación continua. Cada día debemos observar qué pensamos,
qué hablamos, qué sentimos y qué hacemos. Esta es una técnica suprema
que nos permite ganar la batalla de la vida.
7. Preguntarnos, tan a menudo como nos sea posible, lo siguiente: a)¿Qué
estoy haciendo?, b)¿Qué significa esta vida para mi?, c)¿Cuál es el
propósito de mi existencia?, d)¿Dónde estoy ahora?, e)¿Dónde quiero
estar?, f)¿Estoy perdido?, g) ¿Estoy dormido o estoy consciente? Tenemos
que hallar las respuestas a estas preguntas y crear crisis en nuestro
interior. A menos que creemos crisis en nuestro interior, no podremos
ganar la batalla. Nadie podrá ganar la batalla externa a menos que pueda
ganar la batalla en su interior. Si no tenemos crisis en nuestro interior,
estamos “muertos”. La gente más pacifica es la que está sepultada en los
cementerios.
8. Cambiar el nivel o la altitud de nuestra consciencia, y evitar chocar con
las fuerzas que desperdician nuestro tiempo y nuestra energía. Por
ejemplo, un avión deberá volar en la altitud que sea más segura. A tres
mil metros de altura puede haber tormenta; a nueve mil metros puede
haber corrientes de vientos fortísimos. A doce mil metros de altura hay
una calma casi completa. El piloto sabe esto y procura volar a la altura
apropiada. De modo parecido, podremos evitar ciertos problemas,
cambiando la altitud de nuestra consciencia, y observando los hechos en
niveles inferiores con desapego. A veces se piensa que el avance se
relaciona con el tiempo y el espacio. Esto es cierto en algún sentido, pero
el avance real se relaciona con la velocidad, con la que vencemos al
tiempo y al espacio.
Torkom Saraydarian
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