Roma, jueves 17 de febrero de 1600. La Humanidad peca una vez más contra la Filosofía.
Disfrazado con el grotesco sayo de los herejes precedido por frailes salmodiantes, encadenado, con los pies desnudos, vigilado por hombres armados, el Nolano se encamina al suplicio más espantoso que podamos imaginar, solo, sin una voz amiga a su lado que le reconforte, después de siete años de atroz prisión y de tormentos, entre el escarnio de la multitud ignorante, teniendo como único testigo de su propio heroísmo a su impávida conciencia. Presente en la espantosa ejecución del Filósofo; él, el Jefe de la Religión del perdón y del amor! . En nombre de la Religión no supieron invocar sino el brazo secular o las llamas de la hoguera.
Bruno sabía que estaba más allá de la Iglesia y de su historial mortal, que era partícipe de una inmortalidad que las Iglesias no conocen, siendo como son construcciones históricas pasajeras, y el Crucifijo debía recordarle otra víctima, otro torturado, otro Campo di Fiori con sacerdotes ávidos de sangre y lágrimas, dolores y gemidos de víctimas.
Pero he aquí que la fe pasaba a ser el medio no para educar e instruir, sino para ofender y vilipendia
Pero he aquí que la fe pasaba a ser el medio no para educar e instruir, sino para ofender y vilipendia
La Filosofía era para las almas superiores.
Su ética la había obtenido de su filosofía astronómica. "En el Universo está el equilibrio y el orden, el Mal es el accidente personal; el Bien está en el Todo. Quien se eleve a la visión del Todo, ese aniquilará la sugestión del Mal y será capaz de entender y practicar la Bondad. Pero el infinito es también indestructible, la nueva Filosofía nos libera, por eso, del miedo a la muerte. "Toda la ética bruniana es un formidable esfuerzo, quizás la más maravillosa y completa tentativa que hasta hoy se haya hecho, para vencer el horror a la muerte y el temor a la existencia.
"Cuando el miedo haya desaparecido de nuestras almas, nosotros seremos verdaderamente hombres, partes conscientes del infinito. Entonces avanzaremos con osadía hacia la conquista de la virtud. Combatiremos contra la adversidad y seremos magnánimos contra las injurias de la pobreza, de las enfermedades y de las persecuciones"
"El Filósofo se libera a "sí mismo" de la sombra, no más. Que los otros hagan como él y se esfuercen hacia la verdad. "
"Una vida emocionante circula en el Universo y lo vuelve a llevar fatalmente a aquel principio del Bien del que ha salido. El Mal está en lo fragmentario; en el Todo está lo Bello y lo Bueno"
"Esta es aquella filosofía que exalta los sentidos, libera el espíritu, ennoblece la razón e indica al hombre la única felicidad a la que como tal puede aspirar, evitándole así la ansiedad de los placeres y el temor al dolor" -dice Bruno-
LO ESENCIAL PARA BRUNO NO ES LA RELIGIÓN SINO LA MORAL.
Cuando el cardenal Bellarmino, con el agudo ojo del enemigo, se dio cuenta de que era una doctrina que destruía hasta la última posibilidad de la religión eclesiástica, pronunció la sentencia. Bruno anunciaba la liberación merced al esfuerzo y la voluntad individual
Pero quien observe con la mirada serena, juzgará que la moral sin dogmas es el enunciado sustancial de la Ética Bruniana.
Bruno ante Bellarmino comprende que dos principios morales son demasiado: o la moral cristiana de la resignación y la obediencia, o la moral heroica del esfuerzo y de la resistencia, la Moral de la Liberación.
El sacrificio de Bruno es inexplicable si no admitimos que en aquella hora suprema quiso testificar al mundo que las Iglesias no son más que la Religión y que han perdido la función de instruir a las masas. La Religión podrá pues, estar en las conciencias si aún tiene un lugar para estar, pero ciertamente desertará de las Iglesias. Decidió hablar con los hechos y eligió el suplicio. ¡ Oh, el primer mártir consciente de la nueva Religión de la Humanidad!
Llamado a arrepentirse Bruno contesta:
"No debo ni quiero arrepentirme, no tengo motivo para ello y no sé por qué debo arrepentirme·
Y al escuchar la sentencia responde:
"Mayor temor sentís vosotros en pronunciar la sentencia contra mí, que yo en oírla"
"Cuando me encuentro en dificultades y en peligros, tú oh valor -dijo un día en Londres- con la voz de tu vivaz fervor me entonarás sin falta esta sentencia al oído:
"No cedas ante los males, sino audaz, enfréntate a ellos"
Este acto heroico definitivo consagra a Bruno a la memoria imperecedera de los pueblos civilizados que en él reconocen un mártir de la ciencia y al precursor indomable de los tiempos que él mismo adelantó.
La civilización borrará la vergüenza del 17 de febrero de 1600, tan solo cuando el amor por la verdad que condujo a Bruno al patíbulo, irradie las tinieblas entre las que vaga todavía el alma de las masas
Lucio Vero y A. Labriola -fragmentos
GIORDANO BRUNO
1 comentario:
Desde un dogma de hierro y fuego, con pretenciones de universalidad, mil veces manipulado, ajeno a la realidad y traidor del mensaje de amor de Jesus, un tribunal sobervio juzgo a la inteligencia espiritual de Giordono Bruno, al maestro de Universidades y libre pensador, tratando de rebajarlo y acallarlo, sin poder defenderse y negandole un trato digno. Pero como el ave inmortal, el Fenix, el renace siempre de sus cenizas benditas, sigue vivo en sus escritos en su valiente ejemplo y en sus seguidores, cada vez mas numerosos, y el clero corrupto y manipulador, cruel con el indefenso, se hunde irremisiblemente en su comercio vil, disfrazado de dogma salvador. Querido Giordano siempre seras un faro de Luz, en este injusto mundo.
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