Desde que comenzaron los primeros transplantes de órganos (hace más de 2000 años), algunos receptores han afirmado sentir que estaban viviendo una nueva vida, con cambios de personalidad, en ocasiones extrañas sensaciones que no correspondían a su comportamiento normal. Los gustos por diversos alimentos cambiaban drásticamente; algo que antes les gustaba, después lo odiaban; o algo que previamente encontraron desagradable de repente se convertía en un deseo constante. Otros aseguraron sentir ganas incontrolables de fumar, o de practicar una afición particular. Casi como si una parte de la personalidad el donante se hubiera adherido a su cuerpo.
Para algunos todas estas sensaciones son bastante familiar, pero por desgracia en la actualidad este misterioso fenómeno está considerado casi como una leyenda urbana. Cualquier persona que lea estas líneas podría pensar que tal vez los trasplantes de órganos tienen una conexión espiritual, una transferencia del alma de una persona a la otra. Y mientras esta teoría es plausible, la verdad es que también hay una base de realidad.
Explicación científica
Son muchos los casos de personas que han experimentado directamente lo explicado anteriormente. También es cierto que hay un colectivo escéptico que se niega a creer que esto sea posible. Estamos hablando es de la memoria celular, un concepto antiguo con conexiones a vidas pasadas y la reencarnación.
La memoria celular es una teoría que sugiere que nuestras células en realidad contienen registros de nuestras memorias. No es necesario decir, que a día de hoy nadie sabe realmente cómo o dónde se almacenan los recuerdos, pero siempre se ha creído que se encontraban en el cerebro. Sin embargo, esto no sería correcto. A través del estudio de la epigenética, cómo los genes familiares pueden afectar a sus descendientes, y que durante mucho tiempo se ha considerado pseudociencia, junto con la memoria celular, ahora sabemos que nuestras células, o incluso nuestro propio ADN en realidad contienen algún elemento de nuestra memoria. Ese elemento puede ser transmitido de padres a hijos durante la gestación. Los investigadores han encontrado que los instintos básicos, los miedos y las asociaciones primarias pueden transmitirse de esta manera.
Trasplantes órganos
Resulta que la misma transferencia puede ocurrir con el trasplante de órganos. En 2013, un equipo de investigadores del Instituto Karolinska de Suecia, anunció el descubrimiento del mecanismo de la memoria celular y su transferencia entre las células. Sin embargo, no consiguieron saber exactamente qué información se transfiere entre las células de esta manera, y dado que las células necesitan tener los recuerdos de las otras células en las generaciones anteriores, se transfiere la información contenida en esos recuerdos, incluso si no cumple ni desempeña ninguna función.
Más allá de lo que podemos comprender
Pero aparte de la teoría de algunos científicos sobre la memoria celular, otros investigadores creen que este tipo de experiencias pueden tener relación con las vidas pasadas. Al parecer, los recuerdos de vidas pasadas pueden mantenerse en todas las partes de nuestro cuerpo, incluso en los órganos. Aunque a diferencia de la teoría sobre la memoria celular, el origen más bien seria espiritual. Al finalizar con éxito el trasplante, este es capaz de liberar ciertas condiciones ya olvidadas.
Sea cual sea el origen de esta extraña experiencia, la realidad es que todos coinciden en que la memoria celular es vital para nuestra existencia. Es la expresión energética de cada uno de nosotros como un ser integral. “Mente”, “cuerpo” y “espíritu” son etiquetas artificiales que existen para que sea más fácil comprender nuestra existencia multidimensional en la Tierra.
Almas trasplantes de órganos
Cada punto dentro de nuestro cuerpo contiene toda la información universal. Esta información es infinitamente accesible a todos y cada una de las células del cuerpo humano. Esta información energética se compone de datos físicos, mentales y emocionales de todas las experiencias de vida, patrimonio genético, y generaciones pasadas. Nada de lo que experimentamos se escapa de ser impreso en nuestro holograma celular. Y la verdad es que se trata de un campo de energía colectivo generado por estas “memorias celulares individuales”, que operan detrás de nuestra mente subconsciente.
Todavía nos queda mucho por saber sobre la memoria celular y el grado en que la información puede ser transmitida entre individuos. Uno de los grandes misterios de nuestra existencia, que cada vez más científicos apoyan e investigan.
***cuatro.com
12/11/201202:05 h.
Nuestro país es una potencia mundial en el ámbito de los trasplantes. La ciencia, los médicos y la bondad de otras personas lo han hecho posible. Pero existen algunos temas que siguen siendo vistos como un tabú moderno.
¿Memorial celular? ¿Recuerdos del alma? Existen hombres y mujeres, como es el caso de Cacharlotte Valandrey que ha provocado un enorme impacto en toda Europa con su historia, en el que aseguran que tienen recuerdos y sueños de la persona donante de su trasplante.
Hay personas que a través de un trasplante han salvado su vida, pero que a raíz del trasplante han sentido cosas extrañas, algunas intrigantes y otras positivas.
En Cuatro Milenio han tratado el tema de Charlotte Valandrey, una actriz francesa que fue sometida a un trasplante corazón. Al parecer dos años después del trasplante, la actriz empezó a tener el mismo sueño: Ella conducía un coche en una noche lluviosa y tenía un accidente. Charlotte asegura que en estos sueños ella no se sentía ella misma. Al cabo de un tiempo, la actriz conoció a un hombre y lo sueños desaparecieron. El problema vino cuando descubrió que ese hombre del que se había enamorado era marido de la donante de su corazón: “Conocí la memoria celular, descubrí que con soñaba con la señora que me había donado el corazón”, asegura Charlotte. La actriz descubrió que la donante había muerto en un accidente de coche en un una noche lluviosa, que era el sueño que había tenido desde su trasplante.
La periodista y escritora Clara Tahoces asegura que no es el único caso que conoce: “Me he encontrado con gente que sueña con el donante y que se despierta sabiendo el nombre del donante. Muchos sueñan con la muerte de personas que desconocen y que luego descubren que su donante murió de esa manera”. La periodista asegura que muchos trasplantados sufren cambios repentinos de gustos, de cultura… en definitiva de conducta.
Por su parte el Doctor Gaona ofrece otro dato al debate asegurando que en casi todo los casos se hace uso de los corticoides que aumentan el deseo, el hambre, cambian el gusto por las comidas…
Así el Doctor Cabrera asegura que no puede deberse a un trasplante porque “cuando amamos, odiamos, nos alegramos… no lo hacemos con el corazón, lo hacemos con el cerebro, y esto es una realidad objetiva”.
Pero, ¿dónde está la memoria? ¿Existe la memoria celular?
El debate en torno a dónde está la memoria es muy extenso. Hay médicos que creen que se puede producir realmente un trasplante de memoria al trasplantar otro órgano porque nadie sabe verdaderamente dónde está la memoria.
El Doctor Gaona ha hablado de la Doctora Candace Pert, de la Universidad ee Goeroge Town, quien asegura que “es probable que la memoria este distribuida a lo largo del organismo”. Según el Doctor, los Neuropetidos no sólo están en el cerebro sino también en el estomago y en el corazón. “ La memoria puede ser accedida desde cualquier punto donde estén neuropetidos, y por lo tanto podría ocurrir y transplantarse de una persona a otra”, asegura la Doctora Candace
Recogido de Internet
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