martes, 8 de marzo de 2011

LA ENERGÍA SEXUAL O EL DRAGÓN ALADO



"Para cada hombre y para cada mujer,
el verdadero matrimonio es la unión interna
con la otra mitad de su ser.
Dentro de uno mismo"
Omraam Mikhael Aivanhov

"La energía sexual es una fuerza que puede compararse al petróleo. Esta fuerza quema a los ignorantes y a los torpes, quema su quintaesencia, mientras que sirve a aquellos que saben utilizarla....

A menudo me han preguntando si es preferible vivir en la castidad o, al contrario, tener relaciones sexuales. En realidad, no es así como hay que plantearlo; es imposible decir de una forma general lo que es bueno o malo...todo depende de la persona. Vivir en la castidad, es la continencia, puede dar muy malos resultados, pero también muy buenos. La continencia puede volver a unos histéricos, nerviosos, enfermos y a otros fuertes, equilibrados, saludables. Dar libre curso al instinto sexual puede hacer mucho bien a unos y mucho daño a otros. Por lo tanto, no se deben clasificarlas cosas diciendo: "Eso es bueno... eso es malo". El bien y el mal dependen de otro factor: cómo se utilizan las fuerzas, cómo se las dirige. Nada es bueno o malo, sino que se convierte en bueno o malo.


La cuestión es saber primero cuál es vuestro ideal, en qué queréis convertiros. Si queréis hacer grandes descubrimientos en el mundo espiritual, evidentemente tendréis que reducir vuestra apetencia de placeres o incluso renunciar completamente a ellos para aprender a sublimar vuestra energía sexual. Pero si no tenéis este elevado ideal es inútil reprimirse, ser casto, virgen, e incluso sucederá que caeréis enfermos porque vuestros esfuerzos no conducirán a nada. En este campo no es razonable dar los mismos consejos y las mismas reglas a todos.



Ahora bien, eso no quiere decir que no debáis hacer esfuerzos por sublimar la energía sexual sino que, no podéis luchar contra ella; si lo intentáis, os triturará. Por lo tanto, mirad cómo débéis actuar. debéis tener un socio muy poderosos a quien enviar esta fuerza, y él, gracia a su saber alquímico, conseguirá transformarla en salud, en belleza, en luz, en amor divino. Este socio es un elevado Ideal, una idea fundamentel con la que vivís, a la que queréis, que alimentáis, y es ella la que transformará esa energía, no vosotros. Por eso, aquél que no tiene un ideal espiritual no lo conseguirá y sólo se le puede dar un consejo: que encuentre rápidamente a alguien y que se case...

Merece la pena trabajar por un gran ideal, porque esas energías irán a alimentar y a reforzar este ideal. Sí, si en el momento en que sentís un impulso sexual os concentráis en vuestro ideal, esta energía se remonta hasta el cerebro para alimentarlo, y pocos minutos después os sentiréis liberados, y habréis logrado la victoria. Hay que sustituir el deseo inferior por otro superior.

No luchéis nunca contra el instinto sexual solamente con vuestra voluntad. Para vencer hay que atraer las fuerzas celestes, es decir, un ideal elevado, un inmenso amor por la perfección, por la pureza, por la belleza. Si no tenéis este ideal, si no amáis la vida divina, la vida perfecta, no luchéis contra la energía sexual; seréis destrozados. El rechazo no es una solución al problema de la sexualidad, porque el rechazo no es otra cosa que negarse a dar a la energía sexual su salida habitual, sin tener una idea en la cabeza, un ideal que realice en los planos superiores un trabajo para sublimar esta energía.


La cuestión está en vivir una vida sensata, inteligente, estética. El amor es una energía divina que viene de lo alto, y por lo tanto, hay que considerarla con respeto, preservarla y pensar incluso en hacerla retornar al cielo...


La energía del amor no está destinada solamente al placer, sino que puede servir para despertar ciertas facultades que les permitirán hacer un trabajo psíquico, espiritual, convirtiéndose en conductores de esa extraoridinaria energía que transformará al mundo, que transmutará el plomo y la ceniza en oro, en "piedras preciosas y en diamantes". Mediante la energía del amor se producirá esta transformación, no de otra forma.

Buscad, de ahora en adelante, la actitud, los pensamientos, los sentimientos, los proyectos adecuados para que esta energía divina pueda ser controlada y orientada.
 

El Amor es el misterio más grande que existe. Mientras la cuestión del amor no sea comprendida y resuelta la humanidad no se librará de sus desgracias.

La única solución al problema de la sexualidad está en la manera como se consideren los hombres y las mujeres. La causa de todos los desórdenes y desenfrenos radica en que los hombres no han aprendido a valorar a las mujeres, ni las mujeres a valorar a los hombres.


Lo que es preciso y esencial es el amor, pero para reforzarlo, para protegerlo y hacerlo duradero, es necesario que las manifestaciones físicas disminuyan. Sin embargo, es necesario saber que es muy peligroso renunciar a un gozo sin reemplazarlo por otro, porque eso se refleja dolorosamente en el sistema nervioso. Es necesario reemplazar un placer por otro placer más espiritual. Una renuncia no es una privación, sino un cambio, una transposición a otro mundo.

Cuando el hombre y la mujer consumen esta energía sagrada irrespetuosamente, sin verdadero amor, sin voluntad para realizar creaciones sublimes, cometen el pecado contra este Ser Sublime que es el Espíritu Santo cósmico.

A través del Amor la humanidad se dirigirá hacia el Paraíso, y desgraciadamente, a través del amor hoy se aleja de él cada vez más.

La cuestión no está en suprimir el amor, comprimirlo, o rechazarlo, sino en encontrar los métodos, los medios para manifestarlo correctamente. El amor es una energía que viene de muy alto, que es de la misma esencia que el sol, y el hombre tiene la misión de recibir esta energía y de hacerla circular en él, para devolverla después al Cielo, su lugar de origen.


Sí, el amor es una energía divina que viene de lo alto, y, por lo tanto, hay que considerarla con respeto, preservarla y pensar incluso en hacerla retornar al cielo, en lugar de enviarla hacia el Infierno, donde los monstruos, las larvas, los elementales la toman y la utilizan.


El amor celeste sigue siendo eternamente oro, nada puede oxidarlo.

La espiritualización del amor es la condición básica para la venida del Reino de Dios.

El verdadero amor lo mejora todo. El verdadero amor es un estado de conciencia.


El acto del amor no es bueno ni malo en sí mismo, será solamente lo que vosotros hagáis de él. Si trabajáis sobre vosotros mismos para purificaros, para iluminaros, para ennobleceros, este acto será la fuente de todas las bendiciones para vosotros y para aquél o aquélla con quien vais a uniros. El amor verdadero debe fortalecer y engrandecer al ser que amáis. Cuando veáis que éste se expande gracias a vuestro amor, conoceréis lo que es el verdadero gozo."


Mi tarea es la daros explicaciones, después cada cual debe elegir según su naturaleza, su temperamento, su grado de evolución.





Fragmentos de" LA ENERGÍA SEXUAL O EL DRAGÓN ALADO"
Omraam Mikhael Aivanhov



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