domingo, 5 de abril de 2009

HYPATIA; UN GRAN EJEMPLO



Hipatía era una mujer notable y dotada. Su ejemplo demuestra cómo todas las dificultades se rinden ante una fuerte voluntad. Siendo una muchacha, y excluida por las convenciones de la época de búsquedas intelectuales, ella habría podido dar muchas razones por la cual debería haber dejado la filosofía a mentes más fuertes y libres. Pero ella tenía una pasión por todo lo relacionado con la vida de la mente, que superó todo obstáculo que interfiriera en su propósito. El ejemplo de una mujer joven que supera enormes dificultades, y llegar a ser una indiscutible Reina de un Imperio Intelectual, tendría que ser una gran inspiración para todos nosotros de corazones débiles. Ella ganó el premio que era negado a los de su sexo y se transformó en "la gloria de su época la maravilla de la nuestra."

Para seguir con sus estudios, ella persuadió a su padre para que la enviase a Atenas, en donde su más deseado trabajo, su dedicación a la filosofía, tomo lugar. La facilidad con la cual sacrifico todos sus otros intereses por el cultivo de su mente le gano la corona de laureles, distinción que la Universidad de Atenas tenia reservado para sus más destacados alumnos. Hipatía usaba esta corona como su mejor joya cada vez que aparecía en publico. A su vuelta a Alejandría, la eligen presidente de la Academia, que en ese período era la reunión de las principales mentes del Este y del Oeste. De hecho, era en esta misma academia donde los esfuerzos de las mentes más brillantes se unían para lograr una pacificación entre las culturas europeas y asiáticas. Deseaban hacer Alejandría, punto medio entre el Occidente y el Oriente, el punto de confluencia entre las dos corrientes de civilización. Deseaban celebrar un matrimonio del este, como novia, y el oeste como novio. Era su plan para hacer de Alejandría una clase de “destilería intelectual”, refinando y fundiendo las dos civilizaciones en una.  El cristianismo es el culpable del aborto que dejó al Asia como una viuda, o para decirlo de otra forma, una rama seca en el árbol de la civilización. El Cristianismo rompió la conexión que la humanidad intentaba forjar entre Europa y Asia. El mundo nunca ha vuelto a ser uno, como casi lo pudo ser bajo el Imperio Romano.





Recogido de Internet

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