"Podemos elegir integrar nuestro ser interior, nuestra conciencia, nuestras acciones, al nacimiento de la nueva Era, o quedar prisioneros del proceso de desintegración de la Era que termina. Se puede elegir actuar más allá de la simple satisfacción de las necesidades inmediatas, o reorientar nnuestro esfuerzo hacia la realización de un nuevo potencial espiritual, lo que exige, ante todo, convicciones firmes.
"Al comienzo de una Era, sólo el individuo en el cual el mensaje y los actos se integran con las tendencias colectivas de la sociedad, puede ser portador del impulso espiritual original de la Era. Su mensaje en medio de la desintegración cultural es como la semilla que cae entre las hojas que se descomponen, No debe ser personal (en el sentido de egocéntrico), ni tampoco impersonal. Debe ser transpersonal".
Para Jung, "el cambio no puede germinar sino en el individuo; nadie puede permitirse esperar que alguien haga lo que él no quiere hacer. Habría que preguntarse si el inconsciente no puede sernos útil a todos, cuando la conciencia parece incapaz de ayudarnos".
El impulso de Acuario establecerá un nuevo orden social que permitirá al individuo manifestarse como un servidor espiritual de la sociedad, un tipo de hombre constructivo de una sociedad global. Como dice Rudhyar, "el don del espíritu en Acuario es el sentido de servicio". Hoy no tenemos sino la sombra de este tipo de hombre en el burócrata y el político.
La Era de Acuario se sitúa en el corazón del invierno y nos sumerge en el desafío de conciliar el frío y el calor, las tinieblas frías del universo y la luz de las estrellas. Esta era nocturna hace brillar el Sol en la esfera invisible y la noche en la esfera visible. Nos dará todo el poder de Dionisos para despertar el nuevo Heracles, el hombre-Leo generoso y unido a la fuente espiritual para ponerse al servicio de la Humanidad y ser capaz de realizar en su vida los valores filosóficos de Acuario: fraternidad, igualdad, libertad. Deberá aprender a confiar en la intuición más allá de la razón limitadora y a despertar la chispa de humanidad en el corazón de cada individuo".
Fragmentos de "La Era de Acuario" de Fernando Schwarz y Laura Winckler
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