sábado, 15 de marzo de 2014

ARIADNA : EL ALMA DEL HÉROE


Los mitos representan paradigmas, modelos de conducta para el alma humana. Nos dan claves y modos de realización y de conquista, así como los medios para salvar los obstáculos y vencer la adversidad con la que tendrán que enfrentarse para superarla todos los héroes a lo largo de la Historia.


En el mito de Teseo, Ariadna es “la salvadora”, representa el alma del héroe, la conciencia que le ayudará a recordar, a extraer de la memoria de su historia, la sabiduría necesaria para llegar al centro, vencer al minotauro que habita encerrado allí, y poder salir del laberinto sin quedar atrapado en sus mil pasadizos, vueltas y revueltas.


La conciencia, ese punto de luz de nuestro espíritu, que nos guía y orienta en las tinieblas y que abarca más o menos espacio, según su potencia, se desplaza por nuestros días, meses, años, y vidas…tejiendo un hilo de continuidad de experiencias, el “hilo del espíritu” (Sutratman) lo que permanecerá más allá de la ilusión que nos envuelve, nos forja y nos prueba cada día. En él se van engarzando como cuentas de collar, todas nuestras vivencias más importantes, aquellas que nos darán experiencias, sabiduría. Las perlas de oro que guardaremos, conformando el corazón indestructible del fénix inmortal.

En las pequeñas y cotidianas cosas de cada día el Maestro Cronos lenta e inexorablemente, nos va enseñando a diferenciar lo efímero de lo eterno, en todo aquello que nos rodea dentro y fuera. Vamos educiendo las virtudes latentes en nosotros, que como armas mágicas nuestra alma va conquistado y rescatando entre la arena del tiempo, donde yacían ocultas u olvidadas.


¿Qué quedará de todo lo acontecido o vivido, de las múltiples experiencias por las que pasamos? En el hilo de la vida, en nuestra conciencia quedarán esas cuentas doradas para siempre engarzadas en el collar de nuestra alma, como aquello inmortal que Cronos no puede destruir, devorar, ni matar. Y que a través de él, de su alma que todo lo guarda y lo trasmuta, podremos rescatar como buenos alquimistas. Son las “pepitas de oro”, la sabiduría que nuestra conciencia podrá extraer, paso a paso, entre risas y lágrimas, luchas, esfuerzos y sueños, amores y desamores, encuentros y separaciones, en este gran teatro de la vida. Donde lo que cuenta realmente, es la luz que seremos capaces de conquistar, con nuestra forja y aprendizaje constante. Y la luz que podamos trasmitir y emanar a nuestro alrededor como “pequeñas estrellas” en la noche que nos rodea La belleza, la bondad que nuestra alma deje como estela a su paso, como huella clara a seguir por todos aquellos que marchan por detrás en el laberinto, iluminado con Amor y Valor por el alma de todos los héroes.


También nuestras almas conformarán ese hilo de continuidad, la “senda luminosa de la Vida”, formada por todos los Maestros, héroes y heroínas que han sabido abrir camino al andar. Abrir un camino de luz en medio de las tinieblas del laberinto, para todos sus hermanos más pequeños que vienen por detrás. Enamorados como ellos de la Verdad, buscando, aún sin saber...  el corazón eterno de la Vida, el hogar, la verdadera “patria” del Alma peregrina.
Mª D. Villegas-Nefertum
Madrid, 28/11/05
fragmento de ARIADNA EL HILO DE ORO DEL RECUERDO

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