domingo, 14 de mayo de 2017

EL RETORNO DE LOS ANGELES



Como agentes de la voluntad divina, cumplen numerosas misiones. En relación con la Ley divina, aparecen como ángeles del juicio, de la muerte o de la guerra, velando porque reine la justicia donde ha dejado de existir o bien marcando el destino terrestre y acompañando a los muertos a sus moradas invisibles. Es así como aparece el Ángel de Israel, Mikael, o el Ángel de la Muerte o San Miguel y la balanza del juicio o los ángeles de El Apocalipsis. Es en esta categoría donde se sitúan los ángeles del castigo y también aquellos que se hacen sentir en el hombre, adoptando el rostro de los demonios o del «Adversario», como Satanás frente a Job.

En relación con el amor divino, son los agentes de la iluminación y de la sabiduría, y desempeñan un rol protector e inspirador para el hombre que busca el sendero espiritual. Inspiran en los hombres los ideales más nobles y generosos de superación de sí mismos que pueden sentir en su corazón. Por la fuerza del amor, garantizan la armonía y la unión de la Creación (religo), cantando la alabanza de dicha Creación y preservando su equilibrio dinámico.

En relación con la inteligencia divina, rigen el orden de toda la Creación, desde el átomo hasta la armonía de las esferas celestes. Administran las leyes que garantizan el buen funcionamiento del cosmos, el universo bello e inteligente creado por Dios. Califican con sus energías los ciclos del tiempo a través de los cuerpos celestes que gobiernan y ordenan el espacio con sus diferentes esferas. En este sentido, el universo visible de la Creación está hecho a imagen del Creador, el Divino Invisible. 

En relación con los seres vivientes, ellos aportan el soplo de vida, el pneuma, la energía que anima a la materia.

En relación con el hombre, veremos más en detalle posteriormente su rol. Pero en esencia actúan como mensajeros entre el Cielo y la Tierra. Elevan las oraciones del hombre hasta Dios y descienden los mensajes de Dios hasta el hombre. Ellos aman al hombre y tratan de ayudarlo a cumplir su verdadero destino, a que se transforme en un ser conscientemente bueno, bello y justo, resplandeciente de sabiduría. Iluminan, enseñan, inspiran, dan testimonio de la existencia del Todo en nuestra dimensión terrestre.



FRAGMENTO de: El RETORNO DE LOS ÁNGELES 
Autora: Laura Winckler 

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