domingo, 1 de junio de 2014

LOS HOMBRES SON DE MARTE Y LAS MUJERES DE VENUS



Cuando escuchamos nuestros sentimientos con compasión los sentimientos negativos, milagrosamente, se ven curados y podemos responder a las situaciones con mayor amor y respeto. Irónicamente, el acto mismo de eludir nuestras emociones negativas les da poder para controlar nuestras vidas"

No sentirse necesario para el hombre es una muerte lenta. Las mujeres no han comprendido que los hombres necesitan de verdad estar solos o callados cuando se sienten agobiados. Odia que le compadezcan. Necesitan que ella confíe en su capacidad para solucionar sus problemas. Los hombres quieren que se confíe en ellos y las mujeres que las escuchen, sentir que no está sola, necesita sentirse amada y atendida. Los hombres deben hallar el modo de mostrar su cariño, mientras que las mujeres deben hallar el modo de mostrar que confían.

La mujer tiene en su interior la capacidad de alzarse espontáneamente después de haber tocado fondo. No es preciso que el hombre la "arregle". no se le ha roto nada. Sólo necesita el afecto, la paciencia y la comprensión de él. La autoestima de una mujer sube y baja como una ola. La capacidad de la mujer para dar y recibir amor en sus relaciones constituye un reflejo de cómo se siente en relación consigo misma. Cuando se reprimen sentimientos negativos, se reprimen también sentimientos positivos, y el amor muere

El éxito de una relación  depende tan solo de dos factores; la capacidad del hombre para escuchar con afecto y respeto los sentimientos de la mujer y la capacidad de ésta para manifestar sus sentimientos también de manera afectuosa y respetuosa.

Cuanto más te resistas a sentir tu dolor interior, mayor será también tu resistencia a escuchar los sentimientos de los demás. Tu impaciencia e intolerancia cuando otros expresen sus sentimientos infantiles indicarán el modo en que te tratas a ti mismo.

Del mismo modo que la mujer es más suceptible al hecho de que se la escuche y se sienta comprendida cuando manifiesta sus sentimientos, el hombre es más suceptible al hecho de que se le acepte tal como es.

El secreto para el éxito en las relaciones afectivas consiste en que ambos ganen.

Los marcianos idealizan la justicia. Concentra todas sus energías en un proyecto en marcha...

Las venusinas idealizan el amor incondicional.

Los marcianos dan cuando se les pide.

La mujer no pide apoyo cuando lo necesita. Espera, en cambio, a que tú se lo ofrezcas si la quieres.
No son las diferencias y los desacuerdos lo que hace daño, sino el modo en que los comunicamos.

Para resolver una discusión, es preciso ampliar o entender nuestro punto de vista a fin de que éste incluya el punto de vista del otro. Para poder dar ese paso, necesitamos sentirnos apreciados y respetados.

Lo que hace daño no es lo que decimos sino el modo en que lo decimos.

Cuando el hombre muestra una y otra vez que quiere, comprende, respeta, valora y se consagra a su compañera, la necesidad primaria de seguridad de ésta se ve satisfecha.

La mujer florece cuando se siente halagada, especial. Cuando la mujer siente que es lo primero en su vida, le resulta muy fácil admirarlo.

Admirar a un hombre es mirarlo como maravilla, gozo y una aprobación complacida. Cuando el hombre es admirado, se siente lo bastante seguro como para mostrar devoción a la mujer y adorarla. Cuando el hombre se siente aceptado, le resulta mucho más fácil escuchar y dar a la mujer la comprensión que ésta necesita y merece. Cuando siente que ella confía en él, es capaz de sacar su parte noble.

En lo más profundo de su ser, todo hombre desea ser el héroe de su dama, el caballero de la armadura resplandeciente.
 
John Gray
fragmentos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encanto, lamentablemente llegó tarde

Nefertum dijo...

Lástima, tengo tanto trabajo que no lo puse antes. Lean el libro completo, lo pueden encontrar en internet.
Todo puede arreglarse cuando hay Amor...Aprendiendo de nuestros errores, llegaremos a saber amar bien al otro...La próxima será mejor...

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