jueves, 7 de julio de 2011

CARTAS DESDE MI ALMENA (1)




Mi muy querido Amigo:

Ya ves ha pasado un día tan solo, y qué diferente se ve todo ahora. Ves esto es lo que yo llamó ser cogido por la “marea negra”. Cuando te lleva con ella al fondo, no eres tú…eres un ser asustado, débil…en fin, una penita. Pero es tan real, como este momento luminoso y sereno en que me encuentro hoy. Sí, Todo pasa…todo transcurre, todo viene y va. Eso es algo que me ayuda mucho…recordar que pasará como tantos otros momentos…y ese centro permanecerá inalterable, dándonos la posibilidad de volver a comenzar renovados, es entonces cuando sé que la muerte no existe, que realmente sólo hay transformación.


La preguntita...sí aquella con la que terminaba mi carta de ayer…Sabes fue hacérmela y surgir la respuesta…una vez más he visto que todo está en nuestro interior, esperando simplemente la palabra de poder para despertar. En el ir y venir de la vida se nos olvidan o perdemos muchas cosas, y tenemos que volver a encontrarlas, a veces con un “golpecito” de mar…que nos refresca la memoria… Estamos hechos de historias, de recuerdos, de todo aquello que nos forjó, con lo que aprendimos lo “poco” que sabemos al fin, pero que le ha dado “cuerpo” a nuestra chispita de luz…nuestro tesoro más grande, nuestra humanidad divina conquistada, graciaS a todo ello…


También nuestro corazón creció, y hoy tiene más ojos para ver y más capacidad para oír… Más sensibilidad y comprensión al fin hacia toda la Vida, que tanto bueno le aportó, pues le abrió el alma, fundiéndola con el alma de Todo…


Veo y experimento...como la conciencia crece en nosotros a base de estas experiencias de bajada y de subida…y que cuánto más hondo desciendes, más alto puedes subir luego cuando te levantas, y que poco a poco de este modo se amplia la conciencia, abarcando algo más…de este Misterio del que formamos parte.


Bueno mañana más…hoy la Vida continúa con sus quehaceres normales, además de ese trabajo que me propuesto terminar este año…ya sabes mi segundo libro en preparación…tengo la esperanza de que aquellas gotitas de oro que logré guardar en mi frasco de esencias, como yo le llamo, puedan ser útiles de alguna manera, aunque sea a unos pocos.


Si supieras cuánto me ayuda saber que estás ahí, que existes…que no eres un sueño…Cuídate mucho mi fiel amigo…recibe mi cariño inmenso en un apretado abrazo

Tu amiga que te lleva en su corazón




Perséfone


fragmento de LA ODISEA DEL ALMA

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