Un discípulo se mostraba ansioso de recibir las más altas enseñanzas, por eso no dudó en preguntar a su maestro:
-Por favor, señor, ¿qué es la verdad?
-La verdad está en la vida de cada día.
Decepcionado, el discípulo protestó:
-Pero en la vida de cada día sólo encuentro rutina y vulgaridad, pero no veo la verdad por ningún lado.
El maestro dijo:
-Esa es la diferencia: unos la ven y otros no la ven.
CUENTOS ORIENTALES
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